La educación es el pilar de una sociedad. En el diccionario podemos encontrar algunas definiciones: “formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de su sociedad”; “Transmisión de conocimientos a una persona para que adquiera una determinada formación”. Académica o no, todos los dibujantes contamos con formación, esa que nos permitió definirnos como laburantes del lápiz. El aprendizaje nunca se termina: la educación puede ser institucional, con certificado, a través de talleres, o colegas bondadosos; en la memoria quedan guardados aquellos maestros y maestras que nos condujeron a este camino que transitamos. Muchas de las personas que forman parte de ADA provienen de la docencia.
Desde la asociación trabajamos para ampliar la mirada y lograr que la capacitación llegue a docentes y mediadores, para que desde sus espacios difundan la importancia de educar la cultura visual. Por eso dedicamos este número de Sacapuntas a este tema tan importante. Con mucho esfuerzo ADA logró la incorporación de la Semana de las Artes Gráficas y Audiovisuales dentro del calendario escolar en la provincia de Buenos Aires. Este es un gran cambio, que implica que desde la escuela se valore el reconocimiento de los ilustradores como autores. Otro avance alcanzado desde ADA es haber conseguido que el proyecto “Capacitación Nacional en Artes Gráficas y Audiovisuales” forme parte del Programa de Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación. Esto nos permite valorar el aporte de quienes llevaron adelante las capacitaciones a través de webinars en ADA.
Tenemos la esperanza de que muchos más se animen a transmitir sus conocimientos a través de esa vía, y por eso también acercamos una excelente guía con consejos para dictar un buen webinar. Esta última es una herramienta de gran utilidad que vale la pena mirar. La inclusión de las artes gráficas dentro de la educación en las escuelas no hubiera sido posible sin la existencia de instituciones referentes. Es el caso del Instituto Juan Bautista Alberdi de Isidro Casanova, bajo la dirección de Roberto Argüello. Se trata de una Escuela Pública de gestión privada que se ha convertido en un modelo a seguir, sin dudas el espacio que todos los artistas gráficos soñamos. Allí se promociona la lectura desde sus diferentes espacios bibliotecarios y se realizan encuentros con escritores e ilustradores. Los invitamos a conocerla.
En la revista también podrán leer el infaltable aporte de Judith Gociol. La investigadora nos ilumina desde el Archivo de la Biblioteca Nacional, con sus conocimientos sobre lo que fue la maravillosa Escuela Panamericana de Arte, creada por Enrique Lipszyc. Grandes dibujantes de la Argentina se formaron mediante sus cursos. En la actualidad, la educación en ilustración también puede alcanzarse por otros caminos. Para explicarnos cuáles son las opciones de formación profesional en Argentina, Myrian Bahntje realizó tres interesantes entrevistas a los representantes de las escuelas de artes visuales Martín Malharro y Lino Enea Spilimbergo; y también conversó con los co-directores del Programa de Actualización en Ilustración Profesional de la FADU. En sintonía con la enseñanza, contamos con el aporte del ilustrador Ignacio Noé quien con generosidad comparte herramientas para comunicar mejor desde la imagen. Cuando se habla de docencia es imposible olvidar aquellos aprendizajes que dejaron los grandes del dibujo. En esta oportunidad es el talentoso Oscar Capristo -también docente- quien homenajea a su maestro y amigo Oswal. En un relato lleno de anécdotas, Capristo nos permite conocer un poco más sobre este inolvidable personaje de la historieta argentina. Pero la educación en las artes gráficas y audiovisuales no limita su importancia a quienes deciden trabajar como artistas. El arte y el dibujo sirven para visibilizar aquello que no tiene voz y también son grandes herramientas para transmitir valores. Un hermoso ejemplo de esto es el trabajo que comparte Gise Four y su diccionario inclusivo ilustrado: se trata de un proyecto que elaboró con sus estudiantes y que se ha convertido en una herramienta fundamental, digna de imitar. En sintonía con esta línea Maru Ardanaz comparte el proceso que vivió en la película Vicenta. Su trabajo como directora de arte del documental le permitió narrar a través de la plastilina la incansable lucha de una madre por hacer valer los derechos de su hija. En este número de la revista también destacamos la creación de libros solidarios que lleva adelante desde hace 13 años la Cátedra Lenguaje Visual 3, de La Plata. Los logros que han alcanzado con su muestra anual Ilustranimada son impactantes. Todo el trabajo social y humanitario que se logra a través del dibujo en el ámbito educativo es fuente de grandes satisfacciones. Pero...¿qué pasa si sumamos el humor en la educación? La mirada de Claudia Re sobre su importancia es sumamente interesante. Como decíamos al principio, el aprendizaje es infinito. Desde el equipo agradecemos a quienes nos enseñaron -entre otras cosas-a dibujar y esperamos que siempre podamos aprender cosas nuevas en el camino de la ilustración.
Equipo Sacapuntas